Hemos terminado el tema de los animales, pero aún nos queda mucho que aprender. No basta con verlos, tocarlos, sentirlos. Hay que aprender a respetarlos. Eso se aprende desde la niñez, en el hogar fundamentalmente. Esperamos que nuestros niños y niñas se conciencien de que los animales son seres hermanos a los que hay que cuidar y amar, al igual que al resto de la naturaleza, las plantas, los mares, los ríos… Es cierto que los animales nos proporcionan alimentos. Que hay que sacrificar la vida de algunos de ellos para nuestra alimentación, pero evitar la crueldad gratuita que se practica con los animales es algo que debemos transmitir, desde la escuela y desde el hogar. No podemos consentir abandonos injustificados, animales que mueren de hambre o de sed por la desidia de los dueños o dueñas . Noticias de este calibre nos llegan todos los días. Para evitar esto, debemos trabajar el respeto desde la infancia. Tirar piedras a los animales no es un juego, por ejemplo. No en nuestra escuela. Hoy tuvimos esta charla ante estos visitantes que aparecen en la fotografía. Si algunos niños y niñas les apedrean, es porque aún nos queda mucho que aprender. Solo ha habido que hablarles y tratar de concienciarles de que eso no es correcto. Después hemos ido a por la cámara.