Compartimos un poema de Gloria Fuertes sobre los sueños de una niña que quería ser hada. Porque los sueños de las niñas son siempre grandes y bellos , independientemente de donde vivan o como sea su piel o su situación familiar. Las niñas no conocen la diferencia. Deseamos de que todos los sueños de nuestras niñas se cumplan en el futuro, y podamos ofrecerles una sociedad en la que lleguen a ser mujeres respetadas y felices.
Hada acaramelada,
de pequeña atolondrada
pues soñaba con ser hada
de cucurucho y varita.
Su madre, doña Rosita,
dándole beso tras beso,
le dijo: ¡Nada de hada,
que ya no se lleva eso!
¿Cómo vas a ser un hada
con ese flequillo tieso
y esos ojitos de ratón,
si ya no se lleva eso?
Somos pobres, no hay castillo,
tu padre suda en el trillo,
yo sudo en el lavadero…
(La niña lloró sobre la cesta de ropa,
y la cesta se llenó de pipas y caramelos)
Con un periódico se hizo
un cucurucho muy tieso,
de esta forma se sentó
a la puerta del colegio.
Con su cesta milagrosa,
con su varita de fresno
para espantar a las moscas
del puesto de caramelos.
¡Todo gratis, todo gratis!,
se leía en un letrero.